Como ya sabemos, la violencia de género es toda conducta violenta y/o agresiva: física (empujones, jaloneos, golpes y/o hasta el asesinato), psicológica (celos, manipulación, minimizar emociones, humillaciones y burlas), social (prohibirte relacionarte con tus amigos y familia, aislarte, no dejarte salir a la calle o enojarse cuando lo haces y/o controlar tu forma de vestir), sexual (forzarte a tener relaciones o a tener conductas sexuales que no deseas) y/o económica (no darte dinero o quitarte el dinero que ganas), perpetuada contra la mujer y basada en la desigualdad de género, el patriarcado y el machismo.
La violencia de género es más común de lo que se cree, no excluye edades, clases sociales, nacionalidades, razas etc.… Todas las mujeres somos vulnerables de sufrir violencia de género a lo largo de nuestras vidas.
La violencia de género representa en general, una estrategia disfuncional de relacionarse, que es aprendida según el contexto familiar y social bajo el cual son educados los hombres y las mujeres. Por lo tanto, al ser aprendida puede ser eliminada a través de la enseñanza y el aprendizaje de nuevas estrategias más sanas, igualitarias, funcionales y satisfactorias para relacionarse en pareja. Y aunque creo que la violencia de género no es solo un asunto en el que deban de actuar y educarse las mujeres, sino que se requiere de la implicación de los hombres de igual manera, tal y como lo mencioné en mi artículo “El hombre como víctima de su propia violencia”, el día de hoy hablaremos de cómo las mujeres pueden no solo salir de una situación de violencia de género, sino empoderarse y generar resiliencia.
No te corresponde cambiar las estrategias y formas de relacionarse de tu pareja, pero si esta en ti, cambiar las tuyas, para no volver a relacionarte desde la violencia y tener relaciones más satisfactorias.
Pasos para terminar y superar una relación de violencia de género y transformarte en una persona que puede relacionarse de forma sana y satisfactoria:
Cuéntale tu situación a alguien más: Las mujeres que sufren violencia de género, normalmente lo sufren en silencio, cargan solas con el gran peso de las agresiones que viven día a día, el primer paso es hablar de esto con alguien, para que ese alguien sea tu apoyo para salir del ciclo de la violencia. El aislamiento en el que has caído te ha debilitado. Sientes que no podrás nunca superarlo y que estás sola, pero el tener ahora un apoyo a quien contarle lo que te pasa es un gran desahogo y un primer gran paso para dejar de sufrir.
Busca redes de apoyo y ayuda profesional: En casos de violencia de género, es sumamente importante buscar la atención profesional de psicólogos y profesionales que ayuden a las mujeres a recuperar sus fortalezas personales para poder romper con el ciclo de la violencia y lograr dejar a sus parejas. En cuanto a las redes de apoyo y grupos terapéuticos de mujeres, suelen ser muy útiles, pues están compuestos por mujeres que han pasado por situaciones similares y sirven de modelo y como esperanza de poder superar sus situaciones de violencia. ¡No estás sola, busca ayuda!
Ten un plan de acción en casos de emergencia: Es importante que sepas cómo actuar en situaciones de emergencia, normalmente las agresiones más fuertes, suelen darse cuando quieres terminar la relación o la has terminado. Para prevenir, lo más importante es contar con una orden de alejamiento que te proteja y que sirva como antecedente de la violencia perpetuada. Del mismo modo, por un lado saber cuáles son los números de atención a los cuales puedes marcar para contactar a la policía y/o servicios médicos en caso de ser necesarios. Por otro lado, intentar siempre estar en lugares concurridos o no ir a lugares en donde sepas puedes encontrarte con el agresor. Minimizar todo tipo de contacto, cambiar tus vías de contacto, mail, teléfono, celular etc. Igualmente, prepara toda tu documentación de identificación, tarjetas de banco, contratos etc. , por si tienes que marcharse o salir urgentemente de tu casa para protegerte de alguna posible agresión o para huir de alguna agresión. Y en casos extremos ten planeado con algún vecino, familiar o incluso con tus hijos, señales para que en caso necesario busquen vías para pedir ayuda y/o ponerse a salvo.
Manténte activa: El siguiente paso es reconstruir tu vida, darle vuelta a la página e ir haciendo cosas que sean buenas para ti misma. Quedarte en casa dándole vueltas a la situación no será de gran ayuda. Sal, siéntete útil, retoma tu vida, intenta cosas nuevas, retoma tus actividades y hobbies y todo aquello que dejaste a un lado por enfocarte en la relación. Busca a tus antiguos amigos, pasa tiempo con tu familia. El mantenerte activa evitará que te sientas triste, sola y ansiosa. ¡Comienza a construir tu nuevo camino!
Escúchate y dale prioridad a tus necesidades y deseos: Por mucho tiempo dejaste de escucharte, hiciste a lado tu frustración y tu tristeza, es tiempo de recuperar tu diálogo interno, un auto-diálogo sanador, un auto-diálogo orientado a la evolución. Nuestra voz interna es sabia, ¡Escucha que te dice! Ahora es momento de escuchar de ti misma, que necesitas y llevarlo a cabo. No hay nada más importante que tu bienestar. ¡Cuídate, come bien, duerme bien, haz alguna actividad física! Primero tu, luego tu y después tu.
Descubre y llena el vacío que te orilló a soportar la violencia: Cuando entramos en una relación violenta, normalmente o la mayoría de las veces nos encontrábamos o en una época vulnerable o teníamos inconscientemente un vacío aún no llenado por nosotras mismas. La relación violenta que al principio tiende a ser “de película”, cubrió por un momento ese vacío o carencia emocional, es por eso también que nos aferramos a este tipo de relaciones., por que nos da miedo volver a sentir ese vacío, ese dolor. Ya habiendo superado esta relación, es sumamente importante que te tomes el tiempo y el espacio para ver dentro de ti, para ver de que esta compuesto ese vacío, ese dolor o esa carencia. Y ya consciente de esa necesidad hacerte responsable de llenarla por ti misma, desde la adulta que eres hoy, desde esa mujer fuerte y completa que eres en el presente. Esto también te ayudará a construir relaciones independientes en el futuro, no dependerás de nadie para que te salve de ti misma, porque tu ya te habrás salvado.
Aprende a disfrutar de la soledad y sus beneficios: Nuestra sociedad desprecia la soledad y nos ha enseñado a temerle y a huirle, pero la soledad no es más que un espacio para relacionarte contigo mismo. Cuando estamos solos, podemos reconstruir nuestra relación más importante, con nosotros mismos, es un espacio necesario para vernos a nosotras mismas y así evolucionar. Leí hace poco en una recopilación de testimonios de violencia algo que me encantó sobre como se enfrenta una mujer a la soledad después de la violencia: “Dejarlo a él tiene su momento malo porque es cuando tú verdaderamente te quedas sola y tienes que mirarte a ti sola, pero es como cuando tú estás encerrada en una habitación y abres una ventana y te entra de pronto el aire frío, y te mueres de frío de la primera bocanada. Pero cuando lleva mucho tiempo esa ventana abierta, ese aire está renovado, y lo que no quieres es que se cierre, quieres seguir respirando limpio”.
Elimina las culpas: Tu no eras culpable de los insultos, de los golpes, de las agresiones. Deja de justificarlo diciendo que tu lo provocaste, que lo hiciste enojar por que ya sabías que tenía un carácter fuerte. ¡Para! Elimina también las culpas de haber vivido una relación agresiva. Nadie puede obligar a hacer cosas a otro que no quiere, tu pareja o ex pareja actúa así por que así ha decidido hacerlo, y también recuerda que la pasividad que tuviste por todos estos años fue una parte esencial de tu supervivencia y una forma viable de controlar la situación, cuando aún no estabas preparada para dejarla. Estar en esa relación, puedes convertirlo en una gran aprendizaje, de todo aquello que no quieres para ti. Todas las experiencias en nuestra vida tienen impresa sabiduría. Culparte no cambia los hechos, la culpa pesa, la responsabilidad te impulsa. Responsabilízate ahora de todo ello, actúa ahora de formas protectoras, de formas que reflejen el amor y el respeto por ti misma.
Recurre a tus propias estrategias de resolución de conflictos: Muchas veces olvidamos que no estamos indefensos, que en situaciones pasadas hemos sido grandes guerreros y héroes para nosotros y para quienes queremos. Retoma las estrategias, fortalezas y herramientas personales que te han sido útiles para superar otras situaciones difíciles en tu vidas y reutilízalas. Pregúntate: ¿Cómo me sirvió actuar en esa situación y como podría transportar esa estrategia para recuperarme de la violencia de género?
Cambia tus pensamientos: Siempre lo he dicho, nuestra mente es sumamente poderosa y tenemos que entrenarla, para que sea poderosa en un nivel positivo. Es importante que busques un profesional que te ayude a eliminar las percepciones irracionales de amor y construir creencias más sanas, realistas y satisfactorias y con ello ser consciente de que tipo de pareja y relación deseas y mereces.
Busca ser independiente económicamente: El trabajo remunerado hace a las mujeres menos dependientes tanto social, como económicamente y reduce su situación de vulnerabilidad ante la violencia. Encontrar un trabajo te fortalecerá, al hacerte cargo de ti misma y tus necesidades básicas, serás menos vulnerable a sentir que tienes que callarte los malos ratos solo por que tu pareja te sostiene económicamente. No tengas miedo, empodérate a través de un trabajo, recuerda que eres capaces de trabajar, de hacer cosas más allá de la casa, tu pareja y tus hijos…no solo eres esposa, novia, madre, hermana e hija, eres una persona capaz de lo que te propongas, con habilidades y virtudes que son útiles para hacer de este mundo un lugar mejor.
Después de la Violencia, hay una vida de luz, de crecimiento, de evolución, de superación, de resiliencia. Todas estas estrategias de empoderamiento y resiliencia son básicas para que puedas romper el ciclo de la violencia, pero sobre todo te recuperes efectivamente de ella y así no vuelvas a relacionarte bajo ningún motivo desde la violencia de género.
La lucha es de todos! Y la lucha no solo es este 25 de Noviembre. Comparte este artículo a otras mujeres, que hayan o no sufrido violencia de género.