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Irene Paola Garza Del Valle/Mentes en Equilibrio

¿Cómo manejar el estrés y prevenir sus consecuencias negativas?


Este mes, la cantidad de trabajo que tuve, simplemente me sobrepasó. Tanto el hecho de que diario terminaba agotada, así como el hecho de que tuve que trabajar varios días en fin de semana, influyeron en que no tuviera tiempo ni para mi familia , ni para mi pareja, ni para mis amigos y sobre todo, ni para mí, para poder hacer las cosas que me gustan: ir al gym, salir a dar una vuelta al río, leer y escribir ¿Quién no ha tenido una temporada así de tensa?

Claramente terminé siendo víctima del estrés: acabe con mi refrigerador más rápido de lo normal (por supuesto que además, no se me antojaba una ensalada, sino puro pan y chocolate), no me bastó la comida y me comí las uñas con singular alegría y masoquismo, hice un par de compras impulsivas e innecesarias, empecé a tener pensamientos negativos y a estar de mal humor, no dormí bien y eso generó un circulo vicioso en donde me sentía aún más frustrada y estresada. Así que, aunque en teoría se me de “pe a pa” que hacer para manejar el estrés, la ansiedad y poder relajarme y descargar las situaciones del día a día, no lo puse mucho en práctica. Y seguro muchos de ustedes, han estado en esa misma situación, en donde también saben exactamente que deberían de hacer para relajarse y quitarse ese estrés físico, mental y emocional que no los deja seguir al 100 en el día a día, pero aún sabiéndolo no lo ponen en práctica

Por eso les comparto este recordatorio, sobre todas las acciones que son sumamente importante mantener y de las cuales debemos de hacer un hábito, para no caer presas(os) del estrés y manejar los retos diarios de una manera inteligente, sana y sobre todo efectiva emocionalmente hablando:

  1. Identifica tu emoción y comprende su mensaje y su significado: el estrés es un estado de cansancio mental y emocional provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal. Afecta a las personas mental, emocional y físicamente. Como siempre lo he mencionado, todas las emociones son sabias y tienen una función, en este caso la función del estrés es avisarte que tienes una sobrecarga de actividades y/o trabajo y que necesitas aligerar y reorganizar dichas actividades. Hacer caso omiso al estrés es sumamente perjudicial, el sistema inmunológico se ve afectado y eres mas propenso a enfermarte, también el estrés disminuye y minimiza tus capacidades, así que seguirte saturando no tiene ningún sentido, pues cada vez ira bajando más tu rendimiento. Escúchate, atiéndete.

  2. No te satures, ten siempre un espacio para ti: Por muchas cosas que tengas que hacer, trabajo, tarea, deberes del hogar, si no te tomas aunque sea una hora del día para hacer algo que disfrutes, todos esos deberes no tendrán ningún sentido. Si inflas e inflas un globo sin dejar de vez en cuando que salga un poco el aire que has metido, tarde o temprano explotará.

  3. Termina tu día sin pendientes: No quiero decir que termines todo lo que tengas que hacer, por que sería contradictorio e incluso nunca podrías dormir, siempre hay cosas por hacer. A lo que me refiero es que antes de dormir te tomes un espacio de 15 minutos para meditar todo lo que has logrado hacer en el día, no te vayas a la cama sin darte los méritos correspondientes por los esfuerzos hechos ese día, no dejes pendiente el reconocimiento. No te enfoques en lo que aun no has hecho, enfócate en lo que si has hecho, te sentirás mejor contigo mismo, podrás descansar mejor al dormir y te levantarás con más energía para seguir trabajando y esforzadote en alcanzar cualquiera que sea tu objetivo.

  4. Ten siempre un ritual de relajación: Tener un momento del día para reconectarte contigo y con las experiencias de la vida que te tranquilizan y te dan paz es esencial. Desde salir a caminar y tomar aire fresco, hasta meditar. A cada persona lo tranquiliza un recurso diferente. Encuentra el tuyo y practícalo.

  5. Saca tus emociones: Queda prohibido guardarte lo que sientes, escribe como te sientes o háblalo contigo mismo frente al espejo, con un amigo, con un familiar, con un psicólogo, no te lo quedes dentro. Acuérdate del globo, deja salir todo aquello que no funciona y que va llenando tu globo innecesariamente.

  6. Aprende a parar: El descanso es sano, natural y bueno. Si te ves atrapado en el estrés , para, frénate y medita que estas haciendo de más. Frenar un poco te permite ver las cosas objetivamente, tomar un respiro para comenzar con una energía diferente y no con el cansancio y estrés que vienes arrastrando.

  7. Redefine tus objetivos: A veces el estrés no nos permite observar e identificar si vamos por el camino correcto o si nos hemos desviado de nuestros objetivos. Date cuenta si estas cargando con más de la cuenta. Si incluso dentro de tus objetivos, te estas haciendo cargo de cosas que no te corresponden.

  8. Contra-ataca al estrés a través del cuerpo: Cuídate, come bien, duerme bien y ejercítate, recarga la energía dándole a tu cuerpo lo que necesita.

  9. Recuerda, recupera y reutiliza tus propios recursos: Recuerda alguna situación difícil en tu vida de la que hayas logrado salir adelante, recuerda: ¿Cuáles fueron tus estrategias y recursos?, ¿Qué habilidades personales utilizaste? Pon en marcha todo lo que te funcionó en esa otra situación, la mayoría de las veces la respuesta esta en nosotros mismos, la sabemos y la hemos utilizado anteriormente, pero el estrés nos impide ver esas alternativas que ya existen en nosotros. Echa un ojito dentro de ti, ahí encontraras las soluciones.

  10. Pide ayuda: Deja la pena, el pensar en que dirán los demás y las dudas de si es lo correcto, requerir apoyo no es señal de debilidad, todo lo contrario, es el reflejo de tener la suficiente fortaleza y la capacidad de saber pedirle al otro que te acompañé en determinada situación, que te de un consejo, que te comparta su perspectiva de las cosas. Encerrarte en ti, te encierra en el mismo estrés que estas viviendo y en la carga energética que tienes, abrirte a los demás te permite no sólo “sentirte apapachado” sino contagiarte de su energía positiva y de ver más alternativas.

Espero te haya servido recordar estos hábitos de inteligencia emocional contra el estrés, te invito a que los pongas en práctica. Yo por mi parte, estoy retomándolos y recuperando mi “equilibrio”. Recuerda que eres responsable de cómo te sientes y que por lo tanto, solo tu puedes generar los cambios necesarios para vivir, pensar, sentir y actuar en equilibrio.

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